Cada vez es más
frecuente, en la sociedad global en la que vivimos, la existencia de parejas en
la que cada miembro es de una nacionalidad diferente.
En nuestra Firma
siempre aconsejamos firmar Pactos prematrimoniales, o Pactos que regulen los
efectos de la extinción de una unión estable de pareja, porque, si son
situaciones complejas cuando ambos miembros son españoles, si estamos ante
diferente nacionalidad, los problemas se multiplican en número e importancia.
Pensemos en un
Norteamericano y una española, que deciden irse a vivir juntos a Norteamérica,
pero que en realidad, ella no tiene ni familia ni trabajo en Norteamérica, y
cuando ambos tienen un hijo de dos años de edad, tiene lugar la ruptura. Seguramente,
ella querrá volver a España, con su hijo, lo que abrirá una costosísima y
compleja lucha legal y judicial entre ambos.